Trampas para los kanasinenses peatonales.

 

Pasear por las calles de Kanasin, con la firme intención de disfrutar del paseo, y de saludar a los conocidos y a los extraños por igual es razón mas que suficiente para poner en peligro la integridad física e inclusive la vida.


Me explico. Existen “sembradas” en las aceras y calles del pueblo verdaderas trampas cual bombas de tiempo esperan el instante mas propicio que siempre es el menos esperado para golpear, cercenar, mutilar y hasta matar. Por desgracia las victimas preferidas de estas trampas son los niños, los que en medio de su inocencia y falta de precaución pasan por esos lugares sin saber a lo que se enfrentan. Los segundos mas propensos para caer son la gente grande las personas de la tercera edad. En general todos somos potenciales victimas.


A un costado del palacio municipal se toleró, durante muchos años una mesa de concreto edificada sobre la acera, escarpa, banqueta o como se diga, la cual impedía cualquier intento por transitarla, obligaba al peatón a bajarse a la calle, el peatón cruzaba de una parte a otra solo después de sortear los vehículos que por esa calle transitan.


Es digno de recordar la vez en que el sacerdote católico de la iglesia local, un señor de triste recuerdo que responde al nombre de Iván, cercó las áreas verdes del ante-atrio de la iglesia con alambre de púas a fin de evitar que los niños pisen los jardines, ¡no importa que un niño pierda un ojo, la culpa es de sus madres que no los cuidan, pero las rosas del “padre” Iván nadie las toca! Vociferaban las damas de la adoración nocturna o las de la vela perpetua, o como se llamen, en realidad no recuerdo de que “piadosa” congregación eran. Si recordamos que la Sociedad Protectora de Animales considera como cruel su uso en animales el uso en niños no sé que calificativo otorgarle. Bueno si lo sé pero si lo escribo me censuran por grosero.


Afortunadamente ni la mesa de cemento ni la inhumana cerca de alambre de púas existen ya, pero se han quedado en la mente como ejemplos del grado de anarquía en que un pueblo puede caer. Desgraciadamente otros permanecen sin que hasta la fecha se haga algo al respecto, como esperando que una desgracia ocurra :


Exactamente al lado de aquella infame mesa de concreto el día de hoy se halla una ferretería que publicita sus productos con la puesta en la banqueta de su mercancía. ¿Y el peatón? bien, gracias.


Al otro lado del parque en la confluencia de las calles 19 y 22 la banqueta de la tienda la paloma azul fue elaborada para no permitir nunca ser usada, su altura de casi un metro y la forma de rampa que tiene lo impide. Como esta acera hay muchísimas en el pueblo.


Exactamente sobre esa calle 19 encontramos ejemplos mas críticos: en el tramo comprendido entre las calles 22 y 24 al lado de una farmacia, todos los fines de semana y días especiales una paila bulle en una fritanga de chicharra. Para esto se usa una enorme hoguera hecha a base de leños a orillas de la escarpa , los que quieran pasar por aquel lugar deberán transitar a media calle o hacerlo en el breve espacio que queda entre la paila hirviendo a cientos de grados y la pared. Cuando la fritanga ha concluido los tizones avivados de los leños quedan ahí para que algún despistado los pise o algún infante lo agarre. La negras piedras permanecen toda la semana anunciando una muy próxima fritanga más.


Casi frente al parque triangular, a la entrada al pueblo, a 50 metros del cementerio, una enorme olla de 20 kilogramos de consomé de pavo asentado sobre un anafe elaborado con un “ring” de automóvil pletórico de carbones encendidos, hierve a altos grados poniendo en verdadero peligro de muerte a los niños tanto para propios como para extraños que tengan la osadía de caminar por ahí.


Existen otros peligros ocasionados por la necesidad de espacio de gente que organiza su venta de antojitos, inutilizan las aceras normalmente por la noche. Aunque los hay fijos como el que esta en la esquina de las calles 21 por 24, exactamente contra esquina del mercado que ha tomado la acera como de su propiedad las 24 horas del día.


En todo el pueblo y sus colonias se pueden hallar infinidad de ejemplos como los anteriormente mencionados, estos son producto de la necesidad, la ignorancia o la imprudencia, pero hay otros que son hechos con la mas absoluta falta de respeto como el que a continuación narro:


Frente al restaurante “La Gardenia” un sujeto, enemigo de la gente y en particular de las rodillas oso empotrar en el piso de la banqueta, exactamente a las puertas de su nueva farmacia, un anuncio giratorio de hierro. Un verdadero atentado a las vías de comunicación y un peligro para cualquier transeúnte que tenga la necesidad de utilizar ese andador. Hasta se podría pensar que lo hizo a propósito para que los heridos entren a comprar su cura a la farmacia, conociendo al propietario no me queda la menor duda al respecto..


Hago votos para que la nueva administración municipal haga algo al respecto, espero que ahora si tengamos a alguien que vele por la seguridad, la salud y la vida de nosotros y nuestros conciudadanos.


 

Pedro E. Gorocica Orozco

kanasinero@yahoo.com,

 Kanasin, Yuc. 10 de julio del 2001



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