Puerta falsa

 

Se dice que pudo haber sido un buen padre de familia. No lo es.

Que pudo ser un exitoso profesionista. No lo es

Que en los deportes pudo haber sido el mejor. No lo es

Su historia es, desafortunadamente, como la de mucho que pudieron ser y no fueron: el flagelo de las drogas les impidieron realizar sus sueños y cumplir sus vocaciones.

Como acto de simple curiosidad probo aquella cosa, aparentemente inocua, luego, y sin darse cuenta, hasta que fue demasiado tarde. Se vio envuelto en una red de dependencias.

Ya olvidé la última vez que lo vi sin el influjo de enervantes. Le mete a todo con la esperanza de no volver a hacerlo jamás, de que esa sea su última dosis.

Cuando lo veo en la calle sucio, mal oliente, con la mirada extraviada y vagando sin rumbo no puedo menos que sentir pena por él y por otros que, como él tuvieron un pasado, pero difícilmente tendrán un futuro.

Sentado en una banca, blanco predilecto de proyectiles que niños malcriados arrojan sin ningún respeto y conmiseración. ¡Como tenerle respeto a ese remedo de humano!. No saben que ante ellos se encuentra lo que pudo haber sido un buen padre, un buen profesionista, un buen hijo de dios ....

La gente nueva, los jóvenes de hoy desconocen su verdadero nombre: Le apodan Fernando aunque su verdadero nombre sea  Nando xtabay, aunque otros digan lo contrario.

Cuando la parca se llevo a su madre, se llevo al único ser que lo podía querer. Ahora duerme en cualquier rincón, en cualquier recodo. Es el tucho preferido para asustar a los infantes y ellos ven en  Nando a eso en quien no quisieran convertirse, ven en Nando un sueño no realizado.

A todos los Nandos con verdadera esperanza.

A todos los exnandos con verdadero respeto y admiración

 

 

Pedro E. Gorocica Orozco

Kanasin, Yuc. 20 de febrero de 2001

 



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