El 23 de febrero de 1880 se inicia la construcción del ramal ferroviario Mérida-Acanceh y el 16 de septiembre del mismo año, como parte de las celebraciones del aniversario de la independencia de México se inaugura el rimer tramo Mérida- Kanasin por el gobernador de Yucatán el Lic. Romero Ancona quien viajo hasta Kanasin y donde fue recibido por el pueblo y sus autoridades. EL 16 de septiembre de 1881 las vías ferroviarias llegaron hasta Acanceh, y como parte del plan de modernización del presidente Porfirio Díaz se inicia la ampliación hasta el poblado de Peto. Los logros cronológicos se suceden como a continuación se narran:
Al término de la vía Acanceh-Peto se dio inicio a la construcción del desvío en Acanceh para la vía hasta Sotuta, La cronología de esta obra se detalla a continuación
Debido a que los siguientes avances ferroviarios debían hacerse en plena zona de alto desarrollo henequenero y ante la dificultad de tranzar con los hacendados el proceso de construcción se llevo al cabo con lentitud y fue hasta el 7 de enero de 1912 cuando a las 8 de la mañana partió de Mérida rumbo a Sotuta el tren inaugural con 4 pullmans y 12 coches. El gobernador Dr. Nicolas Cámara Vales rompió una botella de 750 ml. de Champagne en la trompa de la locomotora de carbón mineral de hulla marcada con el número 25 manejada por el maquinista Don José María Fajardo. El humo de la maquinaria se enseñoreó en Kanasin a las 8:25 de la mañana. Longitud Mérida-Sotuta: 80 Km. Escatillon: 914 milímetros |
|
|
La historia del sistema ferroviario del sur involucra el esfuerzo de los empresarios que financiaron la obra y el esfuerzo de los indígenas mayas, tarahuamras, seris, mayos, emigrantes chinos, coreanos y de tantos hermanos que dejaron su vida en las rieles. La intervención del General Salvador de Alvarado en la administración del sistema ferroviario, la creación de las empresas "Ferrocarrilles de Yucatán" y posteriormente "Ferrocarriles Unidos del Sureste", su adhesión al sistema de "Ferronales", su privatización en 1997 en plena administración de Zedillo y la adquisición por parte de la empresa "Ferrotransportes Chiapas-Mayab" (creo que asi se llama), hasta su completo aniquilamiento hoy en día, forma parte, a muy grandes razgos, la historia de un sistema de comunicación y transporte que hoy se permite su muerte. Ya no volveré a escuchar el rugido del coloso en la mañana y en la tarde, ya no volverán aquellos días del "tren tomatero". Hoy estamos asistiendo a la muerte de lo que fué y pudo haber sido impulsor detonante de la economía Peninsular y que la poca visión de unos cuantos se ha encargado de enterrar para siempre. |
Fuente: Enciclopedia Yucatanense, Tomo II
8 de noviembre del 2000